Aunque puede afectar a jóvenes, la mayoría de los casos se presentan en mujeres mayores de 50 años
1
Los síntomas se pueden confundir con cambios hormonales.
"De repente te pasan cosas y no sabes qué está ocurriendo: aparecen gases, hinchazón en aumento y al mismo tiempo vas perdiendo peso. Aparentemente estás engordando, pero realmente no es así. Parecen síntomas sin importancia, pero no lo son", cuenta Paz Ferrero, presidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco).
Ferrero sufrió esta enfermedad a los 30 años, cuando acababa de nacer su hija. "No es lo más habitual, pero pasa. En la asociación la mayoría hemos tenido cáncer de ovario con treinta o treinta y pocos años. En mi caso fue difícil detectarlo porque los síntomas se podían confundir con los del post parto", indica.
Precisamente son los síntomas los que desorientan a muchas pacientes. Los primeros signos de la presencia de un cáncer de ovario pueden asociarse a cambios hormonales normales en la mujer, sobre todo durante la menopausia. Los expertos insisten en la necesidad de ir al médico ante la presencia de los siguientes signos:
- Hinchazón inexplicable.
- Sentirte llena rápidamente o pérdida de apetito.
- Dolor pélvico o de estómago.
- Necesidad de orinar con urgencia o con mayor frecuencia de lo normal.
2
La mayoría de los casos se producen después de la menopausia.
La mayor parte de los casos de cáncer de ovario se producen después de la menopausia. Un informe del National Health Service británico afirma que ocho de cada diez mujeres que sufren esta enfermedad tienen más de 50 años.
Muchas mujeres no acuden al médico porque piensan que los cambios que se están produciendo en su cuerpo son habituales durante esta fase. Es fundamental acudir al ginecólogo e insistir en que tu cuerpo está comportándose de forma diferente.
"Lo más importante es detectarlo pronto, pero es muy difícil porque no hay sistemas de detección precoz avanzados. Eso sí, cuando te lo diagnostican pasas a ser prioridad en la Seguridad Social", afirma Paz Ferrero, presidenta de Asaco.
3
Si tienes dos familiares que han sufrido cáncer de mama, solicita una revisión.
La influencia hereditaria en el cáncer de ovario es significativa. Si en tu familia hay dos o más casos (madre, hermana o hija) de cáncer de mama, tienes riesgo de sufrir cáncer de ovario. Por tanto, lo más importante es tomar conciencia y solicitar una revisión ginecológica.
"En las familias en las que hay un cáncer de ovario y uno de mama o dos de mama hay riesgo de desarrollar un cáncer de ovario. Las personas que se encuentren en esta situación pueden acudir a Unidades de Consejo Genético para identificar el riesgo que sufren y si lo necesitan someterse a una cirugía preventiva", explica el doctor Antonio González Martín, jefe del servicio de Oncología Médica del Centro Oncológico M.D. Anderson Internacional.
4
El diagnóstico definitivo requiere de una operación para extirpar el tumor.
Durante una revisión ginecológica cotidiana se pueden detectar signos de la presencia de un cáncer de ovario, pero no es lo más habitual. Para detectar la presencia de un tumor de este tipo existen varias pruebas diagnósticas: un estudio del marcador tumoral CA 125, una ecografía transvaginal y una tomografía axial computerizada (TAC) o escáner.
La evaluación definitiva de esta enfermedad requiere de la extirpación del tumor o de uno de los implantes del mismo, tal como explica el doctor Antonio González Martín. "Si todas las pruebas indican que puede existir un tumor, el siguiente procedimiento es la cirugía para terminar de diagnosticarlo", indica.
5
Después de la cirugía la paciente debe someterse a quimioterapia.
Después de localizar y extirpar el cáncer de ovario, la paciente debe someterse a quimioterapia, que consiste en la administración de dos medicinas por vía venosa: 'paclitaxel' y 'carboplatino'.
Normalmente este tratamiento se realiza cada tres semanas aunque pueden existir casos en los que las pacientes necesiten la administración de estas medicinas una vez a la semana.
El doctor González Martín explica que "el tratamiento de quimioterapia es muy eficaz en cáncer de ovario y casi todas las pacientes presentan una respuesta".
Los efectos adversos más comunes son la caída del cabello, las náuseas, el cansancio y cierto acorchamiento en las manos y los pies. A día de hoy el tratamiento es el mismo para todos los tipos de cáncer de ovario.
6
Dependiendo de la fase, algunas mujeres pueden tener hijos.
"Hay pacientes que han tenido cáncer de ovario avanzado y han conseguido tener hijos. El mensaje tiene que ser positivo", explica el doctor González Martín, experto en Oncología Médica del centro M.D. Anderson.
Lo más habitual es que ante la presencia de un cáncer de ovario los especialistas extirpen el útero y los ovarios, lo que impide a las mujeres tener hijos. Sin embargo, dependiendo de la fase en la que se encuentre, la paciente podría conservar el útero y al menos uno de los ovarios. Esto permite mantener la fertilidad incluso habiendo sufrido un cáncer de este tipo.
Las etapas en las que se puede clasificar el cáncer de ovario son:
- Etapa I: el tumor está localizado en el ovario.
- Etapa II: el tumor se ha extendido a órganos de la pelvis (como el útero), pero no ha salido de esta zona.
- Etapa III: el tumor ha podido afectar a los ganglios linfáticos regionales o ha pasado al abdomen.
- Etapa IV: el tumor se ha extendido a otros órganos como el pulmón, el hígado o ganglios del cuello.
La mayoría de los casos de cáncer de ovario se diagnostican en las fases III y IV por la ausencia de técnicas eficaces de diagnóstico precoz.
7
La supervivencia media oscila entre los 30 meses y los 5 años.
Cada caso de cáncer de ovario es único e imprevisible. La supervivencia media tras el diagnóstico puede variar mucho en función de la paciente. La media oscila entre los 30 meses desde la detección hasta los cinco años. Sin embargo, cada vez son más los casos de mujeres que han sufrido un cáncer de este tipo y han conseguido hacer una vida normal durante varias décadas.
"Depende mucho del estado del cáncer y de la primera cirugía. Si la lleva a cabo un equipo de experto en este tipo de cáncer y se hace bien, la mujer puede conseguir una esperanza de vida mayor", explica el doctor González Martín.
8
La secuela principal es la menopausia prematura en pacientes jóvenes.
La mayoría de las mujeres a las que se diagnostica un cáncer de ovario son menopáusicas. Sin embargo, en las jóvenes, la presencia de esta enfermedad y el tratamiento posterior provoca un adelantamiento en este proceso que puede ser de varios años.
Es el caso de Paz Ferrero, presidenta de Asaco: "Como consecuencia del cáncer me pusieron un tratamiento hormonal. Necesitas un seguimiento en una unidad de menopausia y es difícil adaptarse. Ahora intento hacer deporte y llevar una vida sana y estoy encantada".
9
Cómo reducir la posibilidad de sufrir un cáncer de ovario.
Entre el 10 y el 20% de los casos de cáncer de ovario son hereditarios. En el resto influyen muchas variables. Un estudio del NHS británico da cuatro consejos para reducir las posibilidades de sufrir esta enfermedad:
- Deja de fumar: nunca es tarde para abandonar el tabaco.
- Cuídate. Si tienes sobrepeso, adelgaza haciendo ejercicio regular y bajando el consumo de calorías.
- Manténte activa: la natación, el ciclismo, el baile e incluso caminar, te pueden ayudar.
- Come sano: toma cinco comidas al día y no te olvides de las frutas, las verduras, el pescado y los alimentos integrales. Una dieta equilibrada te ayudará.
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Los síntomas se pueden confundir con cambios hormonales.
"De repente te pasan cosas y no sabes qué está ocurriendo: aparecen gases, hinchazón en aumento y al mismo tiempo vas perdiendo peso. Aparentemente estás engordando, pero realmente no es así. Parecen síntomas sin importancia, pero no lo son", cuenta Paz Ferrero, presidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco).
Ferrero sufrió esta enfermedad a los 30 años, cuando acababa de nacer su hija. "No es lo más habitual, pero pasa. En la asociación la mayoría hemos tenido cáncer de ovario con treinta o treinta y pocos años. En mi caso fue difícil detectarlo porque los síntomas se podían confundir con los del post parto", indica.
Precisamente son los síntomas los que desorientan a muchas pacientes. Los primeros signos de la presencia de un cáncer de ovario pueden asociarse a cambios hormonales normales en la mujer, sobre todo durante la menopausia. Los expertos insisten en la necesidad de ir al médico ante la presencia de los siguientes signos:
- Hinchazón inexplicable.
- Sentirte llena rápidamente o pérdida de apetito.
- Dolor pélvico o de estómago.
- Necesidad de orinar con urgencia o con mayor frecuencia de lo normal.
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La mayoría de los casos se producen después de la menopausia.
La mayor parte de los casos de cáncer de ovario se producen después de la menopausia. Un informe del National Health Service británico afirma que ocho de cada diez mujeres que sufren esta enfermedad tienen más de 50 años.
Muchas mujeres no acuden al médico porque piensan que los cambios que se están produciendo en su cuerpo son habituales durante esta fase. Es fundamental acudir al ginecólogo e insistir en que tu cuerpo está comportándose de forma diferente.
"Lo más importante es detectarlo pronto, pero es muy difícil porque no hay sistemas de detección precoz avanzados. Eso sí, cuando te lo diagnostican pasas a ser prioridad en la Seguridad Social", afirma Paz Ferrero, presidenta de Asaco.
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Si tienes dos familiares que han sufrido cáncer de mama, solicita una revisión.
La influencia hereditaria en el cáncer de ovario es significativa. Si en tu familia hay dos o más casos (madre, hermana o hija) de cáncer de mama, tienes riesgo de sufrir cáncer de ovario. Por tanto, lo más importante es tomar conciencia y solicitar una revisión ginecológica.
"En las familias en las que hay un cáncer de ovario y uno de mama o dos de mama hay riesgo de desarrollar un cáncer de ovario. Las personas que se encuentren en esta situación pueden acudir a Unidades de Consejo Genético para identificar el riesgo que sufren y si lo necesitan someterse a una cirugía preventiva", explica el doctor Antonio González Martín, jefe del servicio de Oncología Médica del Centro Oncológico M.D. Anderson Internacional.
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El diagnóstico definitivo requiere de una operación para extirpar el tumor.
Durante una revisión ginecológica cotidiana se pueden detectar signos de la presencia de un cáncer de ovario, pero no es lo más habitual. Para detectar la presencia de un tumor de este tipo existen varias pruebas diagnósticas: un estudio del marcador tumoral CA 125, una ecografía transvaginal y una tomografía axial computerizada (TAC) o escáner.
La evaluación definitiva de esta enfermedad requiere de la extirpación del tumor o de uno de los implantes del mismo, tal como explica el doctor Antonio González Martín. "Si todas las pruebas indican que puede existir un tumor, el siguiente procedimiento es la cirugía para terminar de diagnosticarlo", indica.
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Después de la cirugía la paciente debe someterse a quimioterapia.
Después de localizar y extirpar el cáncer de ovario, la paciente debe someterse a quimioterapia, que consiste en la administración de dos medicinas por vía venosa: 'paclitaxel' y 'carboplatino'.
Normalmente este tratamiento se realiza cada tres semanas aunque pueden existir casos en los que las pacientes necesiten la administración de estas medicinas una vez a la semana.
El doctor González Martín explica que "el tratamiento de quimioterapia es muy eficaz en cáncer de ovario y casi todas las pacientes presentan una respuesta".
Los efectos adversos más comunes son la caída del cabello, las náuseas, el cansancio y cierto acorchamiento en las manos y los pies. A día de hoy el tratamiento es el mismo para todos los tipos de cáncer de ovario.
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Dependiendo de la fase, algunas mujeres pueden tener hijos.
"Hay pacientes que han tenido cáncer de ovario avanzado y han conseguido tener hijos. El mensaje tiene que ser positivo", explica el doctor González Martín, experto en Oncología Médica del centro M.D. Anderson.
Lo más habitual es que ante la presencia de un cáncer de ovario los especialistas extirpen el útero y los ovarios, lo que impide a las mujeres tener hijos. Sin embargo, dependiendo de la fase en la que se encuentre, la paciente podría conservar el útero y al menos uno de los ovarios. Esto permite mantener la fertilidad incluso habiendo sufrido un cáncer de este tipo.
Las etapas en las que se puede clasificar el cáncer de ovario son:
- Etapa I: el tumor está localizado en el ovario.
- Etapa II: el tumor se ha extendido a órganos de la pelvis (como el útero), pero no ha salido de esta zona.
- Etapa III: el tumor ha podido afectar a los ganglios linfáticos regionales o ha pasado al abdomen.
- Etapa IV: el tumor se ha extendido a otros órganos como el pulmón, el hígado o ganglios del cuello.
La mayoría de los casos de cáncer de ovario se diagnostican en las fases III y IV por la ausencia de técnicas eficaces de diagnóstico precoz.
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La supervivencia media oscila entre los 30 meses y los 5 años.
Cada caso de cáncer de ovario es único e imprevisible. La supervivencia media tras el diagnóstico puede variar mucho en función de la paciente. La media oscila entre los 30 meses desde la detección hasta los cinco años. Sin embargo, cada vez son más los casos de mujeres que han sufrido un cáncer de este tipo y han conseguido hacer una vida normal durante varias décadas.
"Depende mucho del estado del cáncer y de la primera cirugía. Si la lleva a cabo un equipo de experto en este tipo de cáncer y se hace bien, la mujer puede conseguir una esperanza de vida mayor", explica el doctor González Martín.
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La secuela principal es la menopausia prematura en pacientes jóvenes.
La mayoría de las mujeres a las que se diagnostica un cáncer de ovario son menopáusicas. Sin embargo, en las jóvenes, la presencia de esta enfermedad y el tratamiento posterior provoca un adelantamiento en este proceso que puede ser de varios años.
Es el caso de Paz Ferrero, presidenta de Asaco: "Como consecuencia del cáncer me pusieron un tratamiento hormonal. Necesitas un seguimiento en una unidad de menopausia y es difícil adaptarse. Ahora intento hacer deporte y llevar una vida sana y estoy encantada".
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Cómo reducir la posibilidad de sufrir un cáncer de ovario.
Entre el 10 y el 20% de los casos de cáncer de ovario son hereditarios. En el resto influyen muchas variables. Un estudio del NHS británico da cuatro consejos para reducir las posibilidades de sufrir esta enfermedad:
- Deja de fumar: nunca es tarde para abandonar el tabaco.
- Cuídate. Si tienes sobrepeso, adelgaza haciendo ejercicio regular y bajando el consumo de calorías.
- Manténte activa: la natación, el ciclismo, el baile e incluso caminar, te pueden ayudar.
- Come sano: toma cinco comidas al día y no te olvides de las frutas, las verduras, el pescado y los alimentos integrales. Una dieta equilibrada te ayudará.
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, comuníquese con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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